En 1872, Mallarmé escribe a su amigo, el poeta José María Heredia las siguientes palabras: “Estoy recopilando por las esquinas de París las suficientes suscripciones para crear una revista dedicada a la belleza y al lujo”. Este proyecto vería finalmente la luz en 1874 y pasaría a la historia como La Dernière Mode, en parte negocio esperanzado, en parte aplicación vulgarizadora de una estética, un magazine de moda destinado, una vez más, a las mujeres y cuyos artículos estaban firmados por “Marguerite de Ponty” y “Miss Satin”, alter egos de Mallarmé y su colaborador Ulrich Lehmann. Enmascarados en nombres femeninos, asumen un vocabulario lleno de precisiones: telas, formas, adornos, un lenguaje tan complejo como el de cualquier técnica, con los giros que, desde Mme. de Sevigné, se supone que corresponden a la volubilidad femenina.
Mallarmé practica el tono discreto que su época espera de la mujer de buen gusto, ejemplo para las lectoras a quienes se propone la revista, finisecular y alejada de la sofisticación de sus compañeras literarias del momento.
La masculinidad de su autor era guardada cuidadosamente en secreto. A pesar de que el nombre de Mallarmé aparecía en primera página como un donante literario, la revista no proporcionaba ningún otro signo que señalara que cada palabra impresa había sido escrita exclusivamente por hombres.
2 comentarios:
Hola Cesar! Muchas gracias por tu comentario, en realidad me has hecho muy feliz! Debo decir que tu artículo es bastante interesante, me intriga conocer y leer esta revista
Muchas gracias y Felices Fiestas!!
mas que interesante me resulto el blog.. que sorpresa encontre esta tarde de diciembre..
Publicar un comentario