sábado, 15 de mayo de 2010

Costosos Caprichos.

Las estrellas de Hollywood llevaban la moda hasta el extremo para cualquier aparición en público: Gloria Swanson encabezaba el desfile en la Alameda de las Plumas. Las facturas anuales de Gloria podían desglosarse así: abrigos de pieles, 25.000 dólares; otros tapados, 10.000; vestidos, 50.000; medias, 9.000; zapatos, 5.000; ropa interior, 10.000; bolsos, 5.000; blusas, 5.000; y otros 6.000 para nubes de perfume.
En aquel tiempo Gloria Swanson ganaba 900.000 dólares al año bajo contrato con la Paramount.

Hollywood Babilonia
Kenneth Anger.

sábado, 8 de mayo de 2010

Vestidos portadores de sueños

En "El beso" (oleo sobre tela. 1907/1908)  de Gustav Klimt, el ícono más célebre del Jugendstil, el vestido de la mujer es portador de un sueño:  el de un posible retorno al paraíso gracias a lo femenino. Mediante destellos dorados, ornamentos preciosistas y adornos en forma de estrella, el creador aplicó en la tela del vestido detalles multicolores, ovales o cuadrados, componiendo jardines de flores que nos permiten vislumbrar, como a través de un caleidoscopio, el jardín del Edén.
La diferencia entre los motivos ornamentales de los dos vestidos -formas duras y rectangulares para el hombre y suaves y sinuosas para la mujer- pone en contraste el poder y la delicadeza.

Klimt y la moda   
Christian Brandstätter   
H. Kliczkowski   

domingo, 2 de mayo de 2010

Mariquitas

La naturaleza despertó gran entusiasmo y fascinación durante el siglo XIX, lo que llevó a que se usasen productos vegetales y animales tanto en los vestidos como en los accesorios.
Casi todas las culturas han creido que las mariquitas (Coccinellidae) daban buena suerte; también las damas victorianas pensaban que si una mariquita se posaba en su mano les regalarían un par de guantes nuevos, si sobre su cabeza, un sombrero nuevo, sobre sus pies, unos zapatos, y asi sucesivamente.
Los jardineros y los comerciantes de semillas sabían mucho antes del siglo XIX que esta especie se alimentaba de pulgones y combatía las plagas de cochinilla. Las mariquitas eran abundantes en las plantaciones de lúpulo, cuya recolección era muy importante comercialmente, y su acción beneficiosa se conocía mucho antes de que los científicos la divulgaran en 1861.

jueves, 29 de abril de 2010

Prohibido prohibir.

Autonomización creadora de los profesionales de la moda.
Nos hallamos en una época de proliferación y fragmentación de los cánones de la apariencia y de la yuxtaposición de los estilos más heteróclitos. Se consideran simultáneamente legítimos el modernismo (Courrèges) y lo sexy (Alaïa), las amplias superposiciones y lo ceñido, lo corto y lo largo, la elegancia clásica (Chanel) y la vamp hollywoodense (Mugler), lo ascético monacal (Rei Kawakubo) y la mujer monumental (Montana), el "look mendigo" (Comme des Garçons) y el refinamiento (Saint-Laurent, Lagerfeld), las mezclas irónicas de estilos (Gaultier) y el "look japonés" (Miyaké, Yamamoto), los vivos colores exóticos (Kenzo) y los tonos tierra. Nada está prohibido, todos los estilos tienen carta de ciudadanía y se despliegan en orden disperso. Ya no hay moda, hay modas.

Gilles Lipovetsky
El imperio de lo efímero

domingo, 25 de abril de 2010

Oscar Ennui

El 27 de marzo de 1977 la actriz Faye Dunaway toma el desayuno junto a la pileta del Hotel Beverly Hills, rodeada por los periodicos del día. Menos exaltada que la noche anterior cuando en la ceremonia de la Academia  se alzó con el Oscar a la mejor actriz por el film Network, dirigido por Sidney Lumet.
Foto: Terry O'Neill    

sábado, 24 de abril de 2010

La dinastía Westmore. Make up


En 1917 George Westmore  fundó el primer departamento de maquillaje de la historia del cine,  y sembró toda un dinastía de hijos que se encargarían del maquillaje para la Universal, la Warner Bros, la RKO, la Paramount, y la Selznick.
Sus hijos, los mellizos Perc y Ern tenían solo 9 años cuando papá George les enseñó a fabricar pelucas. Junto a su otro hijo Mont realizó todo el maquillaje de Rey de reyes de De Mille, trabajo nada sencillo si se tiene en cuenta que el Cristo elegido por Cecil, el actor H. B. Warner, era un borracho empedernido que todas las mañanas se presentaba en el estudio abotargado y ojeroso, no precisamente en la mejor forma para convertir su rostro en emblema  de santidad. Fue Mont Westmore quien depiló las cejas de Valentino y se las rediseñó , le untó los labios con vaselina para que brillasen y, le dio a Rudy Valentino su característico peinado hacia atrás y las patillas cortadas en ángulo.
Terminada Rey de reyes, el viejo George abrió un salón en Hollywood Boulevard, convencido de que él sería el zar del maquillaje. Resultó ser que todas las estrellas preferían a los hijos de Westmore que al papá. Esto destrozó a George, no soportaba la rivalidad de sus hijos. En 1926 su otro hijo Wally de 21 años fue nombrado jefe del departamento ampliado de maquillaje de la Paramount. Y en 1931, su hijo Ern a cargo del maquillaje de la RKO obtuvo un Oscar por su trabajo en Cimarron. Pocas semanas después George Westmore ingirió una poción a base de bicloruro de mercurio y tras cuatro días de agonía murió cuando el cóctel letal llegó a sus tripas.

Hollywood Babilonia.   
Kenneth Anger   

domingo, 18 de abril de 2010

Anotaciones espontáneas.

En la tristeza, la necesidad de estar bien vestido. Para ser bella le falta moderación en la vestimenta; se nota enseguida que se ha puesto prendas bellas. Elegancia: hermosa manera de eludir. Desvestirse hasta quedar desnudo, para pensar. La elegancia no sólo como actitud de una mujer, sino como atributo. En algunas mujeres, la elegancia es quizás una manera de defenderse. Ella quiere percibir algo, aunque sea en un pliegue de su falda plisada.
Fragmentos de "El peso del mundo" Peter Handke

jueves, 8 de abril de 2010

Punk's Not Dead!

Malcolm Robert Andrew Edwards (Londres, Inglaterra, 22 de enero de 1946), mejor conocido como Malcolm McLaren, músico y empresario, mánager y productor británico que saltó a la fama como agente del grupo de la primera ola del punk Sex Pistols, ha muerto hoy en Nueva York a los 64 años.

Malcolm McLaren, y su socia la diseñadora Vivienne Westwood, abrieron en los años 70 en Kings Road (Londres) la boutique Sex. Su hijo es hoy día el empresario creador de la sensual marca “Agente Provocateur”.

domingo, 4 de abril de 2010

Moda revolucionaria I

No existe otro país y momento histórico en el cual la moda haya sido tan atacada como en la Rusia revolucionaria. La moda era esencialmente un fenómeno burgués y siendo así se esperaba que muriera junto con la clase social que lo producía.

Más que cualquier otro objeto de la vida cotidiana, el vestido preserva simbólicamente la distinción de clases. Como se suponía que dicha diferencia no existía en la indumentaria del nuevo mundo revolucionario, tendría que abolirse.

Al igual que el ostentoso vestir de los zares, los antiguos trajes oscuros, los sombreros emplumados y bombines obviamente se oponían al naciente estilo bolchevique. Bajo tal concepción del vestir, la persistencia de una institución como la moda no podía tolerarse.

En los primeros años tras la Revolución de octubre, «la misma palabra “moda” era un insulto; se convirtió en sinónimo de prejuicio burgués y básicamente se consideraba hostil para el espíritu de la nueva sociedad»

Se consideraba prioritaria la creación de nuevos modelos indumentarios adaptados a la naciente vida revolucionaria, y su función básica sería expresar simbólicamente el agitado cambio. La idea era suprimir las diferencias sartoriales y estandarizar el cuerpo social usando un modelo de vestimenta único.

Fuente: Moda y vestido

Moda revolucionaria II

Las prendas «construidas» de Vladimir Tatlin, el fundador del Constructivismo, ejemplifican una perspectiva «antimoda». No estaba interesado en el «estilo» de sus diseños vestimentarios, más bien quería que su ropa fuera cómoda, de larga duración y fácil de fregar. El corte debía calcularse cuidadosamente para que se adecuara a todas las posiciones corporales y permitiera completa libertad de movimientos. La ubicación de los bolsillos no era el resultado de una investigación formal en la estructura de la prenda; el único parámetro tenido en cuenta era el largo de las mangas. La chaqueta de corte recto, abotonada casi hasta la garganta, tenía una extraña forma trapezoidal que se ampliaba en los hombros y se estrechaba en la cintura; los pantalones también eran estrechos pero en los tobillos. Pero la prenda más interesante de las producidas por la Sección de Cultura Material era un gabán. Para diseñarlo Tatlín apeló a criterios utilitarios para su fin último. La forma del gabán era un extraño óvalo y estaba hecho de tela impermeable. Buscando asegurarse de que sería usado en dos estaciones, le puso forros removibles: uno en franela para el otoño y otro en piel para el frío invierno ruso. Diseñó el cuello especialmente para que pudiera abotonarse hasta arriba sin necesidad de un espejo.

El guardarropa del comunista futuro debía estar determinado por la utilidad, y la primera cualidad del vestir debía ser su poder para actuar como instrumento de socialización.

El estado totalitario reclamaba no sólo el alma de sus ciudadanos sino también sus cuerpos. En la era soviética al deporte se le consideraba como un asunto de estado, era el tema preferido para la propaganda política; el ejercicio físico era casi un deber revolucionario. El «Nuevo Hombre» debía tener un cuerpo «nuevo», en buena condición física, que naturalmente estaba consagrada al servicio del estado. Por consiguiente, si el deporte se juzgaba según su utilidad social, a ello le seguía que los equipos deportivos fueran altamente apreciados puesto que se suponía que no sólo fortalecían el cuerpo del atleta sino que también reforzaban la cohesión del cuerpo social.

Las tesis de la propaganda bolchevique afirmaban que el «nuevo hombre» derivado precisamente de la revolución comunista, sería inmune a todas las tentaciones; pero por el contrario, los deseos de antaño no se desvanecieron. No sólo quienes quedaban de la rancia burguesía sino también el proletariado urbano y el campesinado aspiraban a copiar la moda parisina. León Trotsky lamentaba que [...] los jóvenes empleados soviéticos, y con frecuencia los obreros jóvenes, tratan de imitar las maneras y el traje de los ingenieros y de los técnicos americanos que encuentran en la fábrica. Las empleadas y las obreras devoran con los ojos a la turista extranjera, para vestirse como ella, e imitar sus modales. La afortunada que lo logra se transforma, a su vez, en objeto de imitación. En lugar de los bigudíes de antaño, las mejor pagadas se hacen la permanente. La joven aprende gustosa los «bailes modernos». En cierto sentido, éstos son progresos. Pero por el momento, no expresan la superioridad del socialismo sobre el capitalismo, sino el predominio de la cultura burguesa sobre la cultura patriarcal, de la ciudad sobre el campo, del centro sobre la provincia, del Occidente sobre el Oriente.

martes, 30 de marzo de 2010

El mito Courreges

André Courreges, apasionado por la arquitectura, el diseño y el estilo, nació en Pau en 1923. En el umbral de los años cincuenta, entra en la casa Balenciaga, donde se quedará once años. El maestro, que le devolverá la libertad en 1961, le enviará algunas clientas de gusto innovador. Sigue presente en la memoria de la moda la revuelta que provocó en 1965. Una colección blanca que produjo sobre la alta costura un efecto comparable al del new look de Dior en 1947. Prefigurando una criatura del año 2000, la "mutante" según Courreges inauguró en Francia el reinado de la minifalda, la pureza y el minimalismo en la indumentaria. Un estilo sin referencias al pasado, salvo algunas investigaciones de la época de los constructivistas rusos o de la Bauhaus.

domingo, 28 de marzo de 2010

Detective privado de saco cruzado

"El aspecto descuidado tambien es parte del buen vestir" Dressed to kill (1941) / Costumes: Herschel / Dir: Eugene Forde

jueves, 25 de marzo de 2010

El nuevo traje del emperador

(...)

Llego del día en que el emperador fue a probarse el nuevo traje. Cuando se lo presentaron, mostró fascinación, y aunque no pudiera ver la prenda, decidió probársela.

-¡Quien bien le queda!

¡Es un traje precioso! -exclamaron todos los que observaban.

-¡ Si! ¡Me sienta bien!

-Afirmo el emperador.

En la ciudad había una gran expectativa por el nuevo traje que el emperador usaría. El desfile comenzó y apareció el emperador recorriendo las calles entre la multitud.

-¡Que hermoso traje! ¡Que bien se ve!

Nadie se atrevía a reconocer que no veía nada por el temor a que los consideraran ignorante.

-¡Pero si el emperador no lleva ropa puesta! -grito un niño.

Y ante ese comentario, todas las personas gritaron: “¡El emperador camina desnudo !”.

El emperador pensó que todos tenían razón y siguió caminando aunque se sentía muy avergonzado. Así aprendió que lo mas importante en la vida no son los trajes y riquezas, sino demostrar y actuar con inteligencia en cada momento de la vida.

Hans Christian Andersen

El nuevo traje del emperador

martes, 23 de marzo de 2010

Moda sana in corpore sano

La salud y la forma física eran aspectos importantes de la vida cotidiana cuando, en 1930, Prunella Stack fundó en Londres la Liga Femenina de la Salud y la Belleza. Preconizando la idea de una mente sana en un cuerpo sano, el lema de la Liga era "el movimiento es vida". Las mujeres empezaban a disfrutar de la vida al aire libre, y tomar el sol se convirtió en un agradable pasatiempo. Los chales de playa, bolsas, sombreros ligeros y trajes de baño de punto no podían faltar en la temporada veraniega. Los bañadores se volvieron más breves y atrevidos para que las mujeres pudieran presumir de una espalda morena al lucir sus escotados trajes de noche. Aunque los corsés no habían desaparecido del todo, la nueva libertad de la mujer se manifestó en una preferencia por el sostén y la faja, y las medias de seda y rayón reemplazarían a las de lana al final de la década. Prueba viviente del maridaje entre la moda y la vida activa, la famosa aviadora estadounidense Amelia Earhart se convirtió en un símbolo de elegancia como cualquiera de las actrices del cine del momento. Lo primero que hacía Earhart después de aterrizar era quitarse las gafas de cuero, y se negaba a llevar el típico traje de aviador. En su lugar prefería lucir trajes para volar de corte elegante, bufandas de seda y pantalones anchos, de los cuales proliferaron una multitud de réplicas de alta moda.

lunes, 1 de marzo de 2010

El sombrero de Raskolnikov

... - ¡Eh, tú, sombrerero alemán! El joven se detuvo nerviosamente y se quitó el sombrero. Era un sombrero de copa alta, circular, descolorido por el uso, agujereado, cubierto de manchas, de bordes desgastados y llenos de abolladuras. Sin embargo, no experimentó vergüenza el joven, sino otro sentimiento, muy parecido al terror. ... Crimen y castigo / Fedor Dostoievski

lunes, 22 de febrero de 2010

Esclavas de la moda

-- Las mujeres son esclavas de la moda. Si algún afeminado les dijera que en París las calvas son el último grito de la moda, se harían afeitar inmediatamente la cabeza. ... Nicholas Blake / La bestia debe morir. (Tocado de Philip Treacy)

sábado, 20 de febrero de 2010

...a todas luces respetable.

... A las seis en punto me puse unos pantalones negros de Paul Smith, un jersey de cuello alto gris de Gucci y unos mocasines de Prada: iba chic pero conservador y a todas luces respetable. ... Lunar Park Bret Easton Ellis

jueves, 11 de febrero de 2010

Adios "enfant terrible"

Adios Alexander McQueen. Maestro de lo fantástico, genio de lo moderno.

sábado, 6 de febrero de 2010

Maquillaje heráldico barroco

Junto a la entrada apareció una mujer asustada. Llevaba un sombrero rojo cuyos cordones, cayendo hasta una capa negra, del rostro ocultaban las flores de oro. Estaba maquillada con violencia, la boca de ramajes pintada. Las órbitas eran negras y plateadas de alúmina, estrechas entre las cejas y luego prolongadas por otras volutas, pintura y metal pulverizados, hasta las sienes, hasta la base de la nariz, en anchas orlas y arabescos como de ojos de cisne, pero de colores más ricos y matizados; del borde de los párpados pendían no cejas sino franjas de ínfimas piedras preciosas. Desde los pies hasta el cuello era mujer; arriba su cuerpo se transformaba en una especie de animal heráldico de hocico barroco.
Cobra / Severo Sarduy

lunes, 1 de febrero de 2010

Coco

..."Siempre supe que no sería la mujer de nadie. Solo que a veces se me olvida"... Coco Chanel

miércoles, 27 de enero de 2010

"Para la ciudad. Para la noche"

Hablando de sí misma en tercera persona, Elsa Schiaparelli, en sus memorias Shocking Life, recuerda sus comienzos: Schiap llevando consigo sus biombos, se instaló en el primer piso del número 4 de la rue de la Paix. Dispuso todo de modo que pareciera un barco en el que pañuelos, cinturones y jerseys creaban un desorden lleno de color. En la inscripción de la entrada añadió: "Para la ciudad-Para la noche". Y el slogan se inscribió en blanco en una pequeña camioneta negra, y en negro en papel de cartas blanco. Cortinas brillantes de cuero lustroso, un mobiliario de madera oscura y una postal de la Costa vasca pintada en la pared blanca con verdes y azules vivos, completaban el interior. En esa época, Schiaparelli diseñó un pequeño sombrero de punto que parecía un tubo y que en la cabeza adoptaba cualquier forma. Ina Claire, célebre en Hollywood, famosa entonces por su elegancia, lo adoptó inmediatamente y lo puso de moda. Un fabricante americano lo compró y creó una empresa muy próspera que bautizó con el nombre de "Le bonnet fou". Se hizo millonario. Con estas mujeres dotadas de una predisposición natural hacia la excentricidad, entramos en el universo del "surrealismo de la moda" que hará furor a finales de los años treinta. Como si la bella máquina del lujo parisino se disparara ante el acercamiento del drama de la segunda guerra mundial. Moda y surrealismo/ Francois Baudot.

jueves, 21 de enero de 2010

El romanticismo según Laura Ashley

Todo comenzó con un pañuelo, una pañoleta en la cabeza de Audrey Hapburn de Vacaciones en Roma. (vestuario de Edith Head). Un retazo textil que puso en órbita a una diseñadora galesa . Sus señas de identidad: el estilo victoriano y el patchwork.

A finales de los 60, las largas faldas estampadas de Katharine Ross en Dos hombres y un destino (Butch Cassidy and Sundance Kid) terminarían de hacer despegar a Laura Ashley.

La diseñadora, que alcanzó su apogeo a principios de los años ochenta, aportó un aire femenino a los vestidos de mujer como réplica al traje de ejecutiva del momento.

El romanticismo neovictoriano de los diseños de Laura Ashley encontró eco en los gustos conservadores de la época.

La firma sigue siendo hoy sinónimo de cierta elegancia, romántica y dramática; un referente del estilo de vida asociado al refinamiento de la clase alta.

martes, 19 de enero de 2010

Moda masculina: el hombre elegante. Juventud e informalidad

Así como hasta principios del siglo XX a cada circunstancia del día le correspondía, en el caso del hombre elegante, una indumentaria adaptada a ella, la juventud de los años veinte adopta la costumbre de vestirse durante todo el día con el mismo traje fabricado con un tejido de lana flexible y, más sorprendente aún, adopta la camisa de cuello blando. Barba y bigote, antaño signos de virilidad, desaparecen bajo la máquina de afeitar popularizada por la marca Gillette. La camisa Lacoste, flexibilizada para la práctica del deporte, aparece en 1933; el cuerpo se mueve más y mejor. Cintura delgada, hombros con más cuerpo, sisas holgadas, el London cut puesto a punto por el inglés Scholte ofrece esta mezcla de clasicismo y comodidad que pondrá de moda Eduardo VIII, principe de Gales. Los grandes actores de Hollywood verán en él una referencia y popularizarán esta elegancia, aunque el modelo jamás será sobrepasado.

viernes, 8 de enero de 2010

Eternamente bello.

… — ¿La religión? — Sustituto de moda para las creencias. — ¿El arte? — Una enfermedad. — ¿El amor? — Una ilusión. … La Belleza es la maravilla de las maravillas. Unicamente la gente limitada no juzga por las apariencias. El retrato de Dorian Gray. Oscar Wilde

jueves, 7 de enero de 2010

She's In Fashion

Irene Dunne Foto: Ray Jones para Universal Vestido: Howard Greer 1941

martes, 5 de enero de 2010

El instinto de E. Head

"La moda (fashion) es un lenguaje. Algunos lo saben, algunos lo aprenden, otros nunca... Es como un instinto".
Edith Head “The Dress Doctor.’’

lunes, 28 de diciembre de 2009

Vestidos imaginarios

Cread moda
En este ejercicio, crearemos vestidos. Podéis hacer el traje individualmente o bien en grupo. Si lo hacéis en grupo, cada uno debe hacer tres vestidos para los otros dos.
Mirad bien a las otras personas y observad que vestimenta podría ensalzarla. No es una crítica. Hay que atreverse y dotar de fuerza a la forma de vestir como en un carnaval.
Cread vestidos imaginarios. Y veréis que, del mismo modo que podéis pintar y esculpir o crear música, podéis crear moda. Basta con ser osados. Si después de este ejercicio os encargan que hagáis un desfile ¡lo podréis hacer! Se trata de ver como es el otro. Puedes cambiar los vestidos, hacer una operación estética, puedes llenar, quitar, eres dueño del aspecto del otro. Eres su dueño. Empecemos.
Psicomagia / Alejandro Jodorowsky.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Margo Channing

... Abrochense los cinturones, va a ser una noche muy movida...

El traje de seda marrón, con adornos de piel de marta en bolsillos y mangas, que luce Margo Channing (Bette Davis) en la escena del cocktail (diseño de Edith Head- Charles Le Maire) originalmente era un modelo de escote cuadrado, pero cuentan que al momento del rodaje Edith Head descubrió que el escote quedaba realmente enorme. La solución: bajarse el escote hasta los hombros, dejándolos al descubierto.

All about Eve. (1950)
Joseph L. Mankiewicz
Vestuario: Edith Head / Charles Le Maire

viernes, 18 de diciembre de 2009

De salones y ascensores

El ascensor de la Casa Balenciaga era célebre, estaba forrado de cuero rojo y claveteado de remaches de latón, y se desplazaba majestuosa y lentamente. Era el umbral que separaba el área pública de la casa del mundo privado de la misma, ya que sólo se permitía a las iniciadas acceder a los salones de la primera planta. Tanto las clientas particulares como los compradores comerciales y la prensa eran convocados a la casa por invitación expresa, y de ellos se esperaba un comportamiento responsable y una atención dedicada hacia las prendas.
Ilustración de Eric (Carl Erickson) de una modelo en el ascensor de la Casa Balenciaga, con un vestido diseñado por el modisto, publicada en la edición inglesa de Vogue, en noviembre de 1948