Rara vez una cabeza cubierta había tenido tanto impacto como la de Frank Sinatra. El sombrero era su corona, puesto de lado y retador.
Frank tenía sombreros para todas las estaciones, hechos exclusiva y costosamente por Cavanaugh, fieltros prístinos de negro y gris para entornos frescos, palmettos porosos y de paja con bandas anchas al pastel para los climas cálidos. Él sabía lo que significaban sus sombreros, iban con él a donde fuera, acentuando la vitalidad de su paso. Fue en los ´50, los años de Capitol, cuando sus sombreros se hicieron famosos. “Cuando Sinatra se para frente al micrófono, con la corbata suelta, el sombrero azul puesto al sesgo, el cigarro colgando flojamente de sus labios, el humor se extiende en el ambiente como el humo”
Jugaba constantemente con los ángulos e inclinaciones, practicando de antemano la geometría de sus actitudes. La parte trasera del sombrero siempre en curva hacia arriba y la parte delantera doblada hacia abajo dos pulgadas sobre la ceja derecha.
Fue solamente cuando su cabello comenzó a encanecer, que sus sombreros desaparecieron. En privado usaba capuchas de golf y gorras de beisbolista para ocultar su calvicie.
En los setenta, ya nadie usaba sombreros, el mundo había cambiado, y él empezó a extrañarlos más que nunca.
Frank tenía sombreros para todas las estaciones, hechos exclusiva y costosamente por Cavanaugh, fieltros prístinos de negro y gris para entornos frescos, palmettos porosos y de paja con bandas anchas al pastel para los climas cálidos. Él sabía lo que significaban sus sombreros, iban con él a donde fuera, acentuando la vitalidad de su paso. Fue en los ´50, los años de Capitol, cuando sus sombreros se hicieron famosos. “Cuando Sinatra se para frente al micrófono, con la corbata suelta, el sombrero azul puesto al sesgo, el cigarro colgando flojamente de sus labios, el humor se extiende en el ambiente como el humo”
Jugaba constantemente con los ángulos e inclinaciones, practicando de antemano la geometría de sus actitudes. La parte trasera del sombrero siempre en curva hacia arriba y la parte delantera doblada hacia abajo dos pulgadas sobre la ceja derecha.
Fue solamente cuando su cabello comenzó a encanecer, que sus sombreros desaparecieron. En privado usaba capuchas de golf y gorras de beisbolista para ocultar su calvicie.
En los setenta, ya nadie usaba sombreros, el mundo había cambiado, y él empezó a extrañarlos más que nunca.
1 comentario:
musica, texto , imagen , como "LA VOZ" .... excelente.
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