viernes, 9 de enero de 2009

La verdadera feminidad

En aquella época me hallaba convencida de que las mujeres debían de ser muy débiles, físicamente, y que una especie de languidez, una perpetua convalecencia constituía la característica de la verdadera feminidad.  Segura de que una mujer capaz de desmayarse a menudo era perfecta, una noche me acosté con una mano cerca de la garganta, imaginándome desmayada.       

 Cuadernos de infancia      Norah Lange             

1 comentario:

Desideria Madrid dijo...

Todavía queda un poco de éso, aunque transformado. ¿A qué viene pintar ojeras a las modelos en las pasarelas?