
La revolución de la moda provocada por Christian Dior estalló el 12 de febrero de 1947. El diseñador de cuarenta y dos años, por aquel entonces casi un desconocido, presentó la
Línea Corolle, una colección de sacos exageradamente entallados y vestidos de veinte metros de circunferencia.
Año tras año, cada desfile de
Dior era tan esperado como los éxitos teatrales de la temporada, y siempre proponía una silueta opuesta a la anterior. Así, a
Diorama, trajes de noche en lana, le siguieron la
Línea Princesa,
la Línea A, vestidos a cuarenta centímetros del piso que la prensa llamó
"Shock Look", y la adaptación del
sombrero de bambú usado por los asiáticos, con moños y estampas Príncipe de Gales.
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