Historias del vestir. Creación de modas. Arte y confección. Vestuarios, vestidos, sombreros y más...
domingo, 30 de marzo de 2008
Boquitas pintadas
miércoles, 26 de marzo de 2008
¡Nueva temporada!
lunes, 24 de marzo de 2008
domingo, 23 de marzo de 2008
martes, 18 de marzo de 2008
Increíbles y Maravillosas
Después del triunfo de la Revolución Francesa, la apariencia pulida, estirada y representativa del Antiguo Régimen comenzó a desaparecer y, a la vez, se fueron imponiendo un vestuario y costumbres que estaban más acordes con la ideología de la nueva sociedad. Las clases acomodadas de los demás países europeos, siguieron copiando "lo francés", aunque fueran ropas que denotaran aires de libertad republicana. El primer cambio profundo tuvo lugar durante el Directorio. Los más audaces exageraron su vestimenta y su gestualidad. Por calles y plazas, caminaban jóvenes de ambos sexos, haciéndose notar, con sus ropas llamativas, peinados y afeites. A esas mujeres las llamaron las Maravillosas y a los hombres los Increíbles.
viernes, 14 de marzo de 2008
Moda renacentista
Las prendas típicas del Renacimiento se desarrollaron en Italia, de donde, a raíz de la invasión de Carlos VIII de Francia en 1494, se extendieron al resto de Europa. No está claro por qué la moda italiana, bastante más sencilla, se desarrolló de forma independiente al resto de Europa, pero parece probable que esto se debiera a su clima más cálido. La túnica de cuello bajo y la camisa en el hombre, y las capas igual de sencillas y también de cuello bajo en la mujer (denominadas capa Julieta) ejercieron un efecto breve pero intenso en la evolución del vestido europeo en general. Hacia 1620 había desaparecido la sencillez, y la línea vertical de las prendas medievales fue sustituida por la línea horizontal del traje del renacimiento. Al tiempo que se producía este rápido cambio de estilo, irrumpió en Europa la moda del ‘acuchillado’. Esta tendencia, que probablemente tuvo su origen en el sur de Alemania y que perduró hasta el siglo XVII, consistía en unas aberturas semejantes a cuchilladas en el tejido exterior que dejaban ver una tela distinta por debajo. Tal vez el desarrollo más interesante de esta época fuera la utilización, o al menos la exposición, de las camisas por parte de hombres y mujeres. Una vez que la camisa quedaba a la vista, tenía que ser adornada; los ribetes de encajes y volantes en cuello y mangas se convirtieron en menos de 50 años en gorgueras almidonadas que estuvieron de moda durante otros 100 años.
martes, 11 de marzo de 2008
domingo, 9 de marzo de 2008
Moda y estilo en W. Benjamin
“La moda es un salto de tigre al pasado “ Walter Benjamin
“La moda es un salto de tigre al pasado. Pero este salto se produce en un terreno donde manda la clase dominante. El mismo salto, bajo el cielo libre de la historia, es el salto dialéctico, en el sentido en que Marx comprendió la revolución”
La moda no sólo es fugaz; además se presenta como tal (del año, de la temporada), mientras que el estilo promete eternidades, además de extenderse en un tiempo que permite la insistencia de modos de hacer complejos, que se configuran por agregaciones. El estilo no se despliega en un solo soporte, ni en un solo registro, como pueden hacerlo las modas. Para hablar de los sentidos de la moda hace falta, siempre, hablar de otra cosa: detenerse en eso sobre lo que la operatoria de la moda termina proyectándose en cada caso. O reconocerla, cada vez, como herramienta de un estilo, porque, como en la relación motivo/tema, lo singular adquiere un sentido compartible sólo en relación con su estabilización metadiscursiva, cuando opera y se establece como parte de lo general. Tal vez por eso cuesta tanto hablar de la moda que uno mismo practica: al hacerlo, estará dando información sobre quién sabe qué; el estilo circula, en cambio, con dispositivos adosados de argumentación y justificación. Funda el imaginario de su necesidad, y califica como falta de estilo el estilo de los otros.
martes, 4 de marzo de 2008
Historias de Hollywood XI
Theadora van Runkle es una diseñadora nata. Sin ninguna formación académica en diseño de vestuario, ni más profesión que la de ilustradora comercial, consiguió que le encargaran el vestuario de Bonnie and Clyde (Arthur Penn, 1967) gracias a la entusiasta recomendación de la diseñadora Dorothy Jeakins. La película y los asombrosos vestuarios, que recrean los Estados Unidos en los tiempos de la Gran Depresión de la década de 1930, acabarían marcando un fenómeno de moda, y le supusieron una nominación al Oscar. Theadora van Runkle recuerda a la actriz Faye Dunaway como una mujer arrebatadoramente bella y con una figura muy sensual. Las boinas (al igual que los pañuelos), que marcaban la identidad de Bonnie, significaron una verdadera tendencia de moda de finales de los años 60.
sábado, 1 de marzo de 2008
Maestros: Claire McCardell
Dicen que Claire McCardell fue la primera diseñadora verdaderamente Americana, la precursora del ‘american style’. Un estilo fresco, femenino y desenfadado, más fácil de describir visualmente que con palabras: basta imaginar a Doris Day en cualquiera de sus tantas películas… Claire nació en Frederick, Maryland, y estudió ilustración de moda en la Parsons School of Design. Su actividad profesional comenzó como asistente Robert Turk. Durante su carrera consiguió éxitos comerciales rotundos como el ‘Monastic Dress’ (1938) y el ‘pop-over’ (1942). Su estilo fraguado bajo la influencia de Chanel y Vionnet se dejaba seducir por los plisados, los drapeados y el estilo griego y romano clásico. Entre las innovaciones que McCardell introdujo se encuentran el clásico top elástico sin tirantes y la redefinición del traje de baño. Una carrera que le valió dos prestigiosos American Designers Coty Award (1943 y 1956)