Irene Lentz Gibbons pasó los primeros 16 años de su vida en el rancho de su padre en Montana. Fue a la escuela de diseño y luego abrió una modesta tienda de ropa en Los Angeles. Un día, por casualidad, entró allí Dolores del Río y quedó asombrada por la altísima calidad del trabajo de Irene.
La actriz compró varios vestidos e informó a sus amigas acerca del lugar. Inmediatamente Irene se puso de moda.
En 1936, se casó con el guionista Eliot Gibbons, hermano de Cedric Gibbons, celebre director artístico de la MGM. Muy pronto Irene abandonó su sencilla tienda para dirigir el lujoso salón de Bullock´s Wilshire en el centro de Los Angeles. En 1938 Irene ya diseñaba trajes para películas, por encargo de Universal.
En 1941, Adrian, el genial jefe de diseñadores de moda de la MGM, declaró que estaba hasta las narices del estudio. Durante años nadie había impuesto límites al presupuesto de las extravagantes creaciones de vestuario para las más sofisticadas estrellas. No obstante, en los últimos tiempos, había recibido el encargo de vestir a Greta Garbo de un modo más parecido al de la mujer media norteamericana, y los ejecutivos de la corporación habían empezado a limitar sus presupuestos. Adrian abandonó la MGM para abrir su propio salón de costura.
Así, Irene dejó Bullock´s Wilshire para ocupar el puesto de Adrian como diseñadora ejecutiva de la MGM.
Con los años, Irene crearía hermosos vestidos para Marlene Dietrich, Elizabeth Taylor, Claudette Colbert, Hedy Lamarr, Judy Garland, Lana Turner y muchas más; sus creaciones souflé se hicieron célebres.
Posteriormente trabajó en varios films de Doris Day. La actriz y la diseñadora se hicieron amigas. Day se dio cuenta de que Irene, generalmente nerviosa e introvertida, bebía demasiado y veía poco a su marido. Un día le confesó a Day que estaba enamorada de Gary Cooper y que era el único hombre al que habría querido en su vida. Cooper murio en 1961.
El 15 de noviembre de 1962, Irene alquiló una habitación en el Hotel Knickerbocker de Los Angeles bajo un nombre falso.
Se cortó las venas. Como la muerte tardaba en llegar saltó por la ventana desde el decimo cuarto piso.
Se encontró una nota que decía: "Lo siento. Esto es lo mejor. Conseguid un buen diseñador y sed felices. Os amo a todos. Irene"
Hollywood Babilonia
Kenneth Anger