Rose Bertin comenzó su carrera haciendo sombreros en Paris alrededor del 1770, captando la atención de la duquesa de Chartres, quien se volvió su clienta y la presentó a la emperatriz Maria Teresa. La reina húngara estaba a disgusto con el estilo de vestidos usados por su hija,
Marie Antoniette y Rose Bertin fue comisionada a transformar a la mujer que se convertiría en la mas extravagante y famosa reina de Francia.
Los trajes de Rose para la delfina deslumbraron a la corte francesa, mas incomodaban a la emperatriz (Maria Teresa), quien se lamentaba diciendo que su hija ahora vestía tan exageradamente como una actriz en escena.
A medida que la reina Maria Antonieta dedicaba mas tiempo y dinero a la moda y sus extravagancias rozaron el nivel del escándalo nacional, el salón de Rose Bertin se volvía el centro de moda de Paris. No solamente vestía a Maria Antonieta dos veces a la semana creando nuevos diseños sino a la mayoría de la aristocracia francesa, a la reina de Suiza, de España, la Duquesa de Devonshire y a la Zarina de Rusia.
A principios del mes de Junio de 1791, previo al plan de escape de Maria Antonieta y su esposo, arreglado para el 20 de ese mes, la reina ordenó a Rose Bertin una gran cantidad de trajes para viajar. El descubrir la orden, se cree, fue la confirmación de la sospecha del plan de escape de la familia real fuera de Francia.
La reina y su esposo fueron capturados, encarcelados y guillotinados. Rose Bertin se fue a Frankfurt, luego se mudó a Londres, donde continuó diseñando para la nobleza europea y asiática.
Rose Bertin murió en 1812 durante el reinado de Napoleón Bonaparte. Su fama mundial hizo llamar la atención sobre las personas que diseñaban trajes y en Paris, los salones y diseñadores comenzaron a colocar etiquetas con sus nombres en las prendas de vestir.