...Sombrero azul imaginario en la cabeza y directo a la calle. El arte de estar solo. Pensando en ese arte fui luego cruzando por lugares agrestes y tempestuosos que comenzaron a alternarse con otros que eran plácidos y me parece que absurdos. Y así, pensando en el arte de estar solo, llegué justo al mediodía, soñándome vestido de montañero, con un bastón en una mano y en la cabeza un sombrero azul.
...Bastón imaginario. Sólo en mi chaleco montañés se unían lo imaginario y lo real: cosido a ese chaleco, en forma de impecable cheque bancario, llevaba mi dinero ahorrado rumbo al ancho, fresco y luminoso mundo de la nada.
…
lineas de El mal de Montano
Enrique Vila-Matas
1 comentario:
sí, sí que lo es...todo un arte estar solo, y ese perfil imaginario que nos ha narrado....Saluditos
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