
Temible madre de los punks en 1975,
Vivienne Westwood, sigue actualmente regenteando su tienda en Londres. Su colaboración con el teórico del rock
Malcom McLaren se interrumpió en 1984. Convertida en creadora de moda a tiempo completo, presenta con regularidad sus colecciones en París, que si bien siguen desafiando con meticulosidad las convenciones británicas, lanzan muchas de las tendencias que influencian a una cierta franja de la juventud atraida por la decadencia de principios de los años noventa. Caderas redondeadas, corsés, suelas de plataforma...
Las referencias de Westwood al siglo XVIII francés, a las cortesanas y al marqués de Sade conmocionan el orden a veces demasiado regulado del pret-à-porter mediante una permanente y saludable llamada al desorden.
Su colección
Pirata (1980) inicia todo un movimiento neorromántico. Le sucederá la moda
Pionero inspirada en la conquista del Oeste. Luego un estilo
"tocador de cortesana". Miriñaques, polisones, corsés, colas sobredimensionadas, pelucas con bucles, adornos de falsa pedrería asociados a complementos descaradamente fetichistas, mezclan referencias históricas con humor, exhubernacia de detalles con provocación.
Sin rencor, la reina Isabel II la nombró Dama del Imperio Británico en 1992.
1 comentario:
Es una deidad.
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