Las versiones de doble abotonadura requerían una habilidad especial por parte de los sastres, porque a menudo se abrochaban solo con uno o dos botones. Los hombres preferían que sus chaquetas se abrieran lo más posible para dejar ver los chalecos de colores y los relojes de cadena que llevaban en la cintura.
Era dificil mantener la forma de la chaqueta atada solamente con dos botones, enseñar parte del chaleco y, al mismo tiempo conservar un aspecto elegante. Si la posición de los botones no era la correcta (a la distancia oportuna de los bordes de los delanteros) la chaqueta parecía desgarbada y pesada.
Las chaquetas de mañana, de cuellos y solapas muy bajos para poder lucir el chaleco, la fina corbata de seda y el alfiler decorativo con que solía sujetarse, se usaba durante todo el año, y los hombres soportaban el frio con tal de ir a la moda.
En 1875, sin embargo, The Gentleman´s Magazine of Fashion informaba: "Los médicos atribuyen muchas de las muertes que se produjeron el pasado invierno a la moda de los trajes escotados que no protegen suficientemente el cuello y la garganta"
2 comentarios:
Me fascina ese ritual del vestir, de saber qué ponerse en cada momento, aún a riesgo de enfermar, dejas claro que ya había fashionvictims en el XIX!
Un saludo.
Donde puedo encontrarlo?
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